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miércoles, 23 de enero de 2013

Ella escogió correr.

Esta es la primera parte de la respuesta que la piloto dió al conjunto de preguntas del test que vimos ayer:

Me encuentro ante una entrevista atípica que no me han hecho nunca en mi vida. Donde no debo responder preguntas, si no, donde las preguntas son las respuestas de lo que debo reflexionar. Se trata de cómo ve la sociedad a nosotras: Las mujeres pilotos.
 
Es difícil tener una reflexión clara sobre el asunto. Cuesta mucho ser aceptada en un mundo de hombres, donde lo que reina es la audacia, la valentía, el coraje, el talento de conductividad y la agresividad competitiva suficiente como para estar en una pista de carrera. Para la sociedad supone que esas son características que poseen los varones, no las chicas que se alisan el pelo y se pintan las uñas. E aquí como se prejuzga a la mujer en este complicado mundo motor.
 
La realidad es que las mujeres manejamos y tenemos las mismas condiciones que los varones. Sentimos lo mismo, usamos la palanca de cambio de la misma forma, apretamos el freno con el mismo pie y aceleramos todo con el derecho. Corremos los mismos campeonatos, entrenamos físicamente las mismas rutinas, sentimos la misma adrenalina antes de una carrera y en la pista no nos sentimos mujeres. No sentimos pilotos…

Desde la posición de mujer, una se acostumbra a convivir con estas criticas y diferencias. No son cómodas ,pero a lo largo del tiempo se aprende a convivir con ellas.
 
Cuando la gente escucha hablar de “Una mujer piloto” Lo primero que piensa es que debe ser una especie de “Varoncito” bastante masculina para practicar este deporte. Esa es la primer forma de la cual te prejuzgan. La segunda viene cuando te conocen personalmente. Cuando ven que eres femenina, que te pintas las uñas y te alisas el pelo, en ese momento dicen “ Y esta niña no tiene pintas de manejar”. No alcanzo entender de donde salen esas conclusiones, como si el pelo mas lacio o el esmalte en las uñas harían que fueses algunas decimas mas lenta.
 
Vengo de una familia de pilotos, de hombres automovilistas, donde las mujeres tenían profesiones de mujeres. No fue fácil para los hombres de mi familia aceptarlo, pero yo sabia que podía hacerlo así que busque mi camino solo y lejos de casa. Casi toda la gente que me tope en este camino, siempre me dijo que no podría lograrlo, que no tenia la capacidad, que me dedicara a otra cosa. Yo solo confié en mi instinto y aquí estoy. Hoy esa gente apenas puede verme a la cara, creo que realmente ellos no han progresado mucho en el mundo motor.

Una vez Adrian Campos me dijo: ”eres de las pocas personas...

Esta tarde publicaré la segunda parte que comienza con una conversación entre nuestra piloto y Adrián Campos en una charla que mantuvieron.

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